El término de Valdastillas presenta fuertes pendientes que van desde el fondo del valle, por donde transcurre el río, hasta las cumbres de la sierra. Ello ha obligado a sus habitantes a procurarse, en las abruptas laderas. terrenos de cultivo a base de tallar terrazas de cultivo, también llamadas bancales.Los propios lugareños han colaborado en esta modificación del paisaje.
Los caminos que comunican estos terrenos entre sí y las respectivas poblaciones, han convertido la comarca en el «país de las cuestas». Pero de esta despiadada lucha del hombre contra el medio hostil ha surgido un paraíso. Un paraíso protagonizado por los cereros que, a millares, tapizan el fondo y las laderas del valle, y que en el comienzo de la primavera ofrecen un espectáculo increíble de flores blanquirrosas. «Se considera uno inmerso en un paisaje nipón, pero cercano y español por entero.»
Aunque el nombre de Valdastillas esté ligado a la cereza, hay que señalar la importancia de otros productos como las castañas, los higos secos, deliciosos en todas sus variedades,las frambuesas, las maravillosas aceitunas y la gran variedad de setas que ofrece el otoño. Hay que destacar la producción de aceite de oliva (con Denominación de Origen Gata-Hurdes)
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